¿Quiénes son?
Han nacido entre 1982 y 1992
- Nacidos en plena democracia y libertad, viven el final de la modernización del país que culmina con las Olimpiadas y la Expo
- Su infancia y adolescencia está presididas por un crecimiento económico acelerado. Viven un periodo histórico de abundancia y de la cultura del pelotazo. Son los hijos del bienestar
- Crecen inmersos en la era digital, con Internet como gran aliado de generar ocio y gran vehículo de comunicación. Son grandes consumidores de tecnología. Con una mente abierta a un mundo más globalizado donde todo es posible
- Entiende que la familia puede tener un formato ya no tradicional.
- Son individualistas, confiados, creativos, decididos, inquisitivos.
- No identifican la noción de sacrificio con resultados
- Son proclives a la movilidad laboral y tienen buena formación.
- Activistas y creadores de contenido.
- Tienen un ritmo de vida rápido y son impacientes. Necesitan el cambio continuo
- Aceptan la diversidad y, aun siendo partidarios del individualismo, se muestran solidarios con las situaciones de otros
- Respetan la autoridad ganada pero no la impuesta.
- Son hábiles con la información pero no con el conocimiento.
- Poseen un espíritu más crítico debido a su educación basada en valores democráticos.
- Aprecian las posibilidades de conciliación para equilibrar trabajo y ocio.
¿Cuál es su problema?
- Se les denomina la generación perdida.
- La ‘generación perdida’ está constituida por jóvenes que tienen entre 16 y 29 años, en paro y con estudios primarios o de educación secundaria.
- En la actualidad hay 1,4 millones de españoles que tienen este perfil.
- Por edad, se tenían que haber incorporado al mercado laboral durante la crisis y la mayoría no han podido.
- De 16 a los 19 años, con una tasa de paro del 72%
- No les queda otra solución que emigrar y ya hay casi 350.000 que lo han hecho.
- La mejor generación formada se nos está yendo para, a lo mejor, no volver. Fuga de talento
- La sobreabundancia de licenciaturas ha conducido a los universitarios a ocupar puestos de trabajo de baja cualificación con poca proyección profesional y baja retribución.
- El 43% de los jóvenes que tienen empleo están realizando una actividad que requiere una formación inferior a su nivel de estudios. Fenómeno de la ‘sobretitulación’.
- Más de un 25% de jóvenes españoles ni estudia ni trabaja, OCDE.
¿Cuáles son los retos?
- Armonizar mejor el perfil del puesto del trabajo a su cualificación.
- Diseñarles carreras profesionales ligadas a retos
- Incorporarles a proyectos donde la innovación y la creatividad sea un valor
- Ligarlos a programas de intraemprendimiento
- Potenciar su competencia de gestionar la información para generar conocimiento
- Incorporar modelos de trabajo que contemplen la flexibilidad temporal y espacial
- Diseñarles medidas de conciliación que estén ligadas con el ocio y el voluntariado.
- Darles acceso a los canales de comunicación online
- Dirección por proyectos y por objetivos