Según el estudio Diagnóstico de la Diversidad Generacional, la autovaloración de las propias competencias es siempre mejor entre los Tradicionales y Baby Boomers, que entre los Millenials y no digamos entre la Generación Z. Aunque debemos hacer la salvedad de que en rigor no se pueden hacer comparaciones con el grupo de los Z dado el pequeño tamaño de la muestra. La tendencia es siempre la misma: a mayor edad mayor confianza en las propias aptitudes, lo que es fácilmente perceptible en una valoración más positiva a medida que las personas tienen más experiencia y bagaje profesional.
Para medir la percepción que las personas encuestadas, tienen de sí mismos como trabajadores, el estudio emplea una escala que analiza cuatro factores que consideramos esenciales en la configuración del autoconcepto:
- La evaluación de las propias competencias.
- El sentido o significado que encuentran en su trabajo, esta es una variable muy determinante de un estado psicológico ajustado.
- La percepción de autonomía o grado de libertad que el trabajador encuentra a la hora de desempañar sus funciones. Es una variable muy relevante para entender la satisfacción del empleado.
- El impacto, es decir, la visión que tienen de cómo de importante o relevante es su trabajo en la organización en la que se desempeñan. El impacto está muy relacionado con el nivel de responsabilidad en el que se encuentran los empleados. La escala tenía un rango de uno a siete, siendo uno el valor más bajo y siete la puntuación más alta.
En los cuatro factores señalados, vemos indicadores muy similares en todas las generaciones. Cabe destacar, que las variaciones entre unas y otras son muy pequeñas, aunque en todas ellas se ve un decrecimiento constante de la puntuación media, en relación directa con la edad de la persona encuestada.
La tendencia es a tener una mejor idea de lo que la persona es, que de lo que la persona hace. Competencia y significado son medidas más internas, que hacen referencia a características personales y formas de entenderse a sí mismo. En este tipo de valoraciones se observa una clara tendencia a buscar una buena imagen personal.
En cuanto a las conductas, los hechos y las valoraciones no son tan optimistas, por lo tanto, el impacto en la organización y los departamentos tiene puntuaciones medias en la escala de medida, lo que nos dice que su idea sobre ese impacto es poco destacable. Un poco mejor es la idea de su grado de libertad, pero mucho más bajo que su idea sobre sus aptitudes competenciales. Parece que independientemente de su edad, los trabajadores se consideran mejores que aquello que hacen. Asimismo, podríamos pensar que están hablando de que están siendo desaprovechados, con respecto a lo que podrían contribuir.
En los grupos de discusión que se realizaron para elaborar este estudio, se habló mucho sobre la fuerza, el descaro e incluso la arrogancia de los Millenials y sus hermanos más jóvenes, pero vemos que en ninguna de las cuatro variables analizadas estos jóvenes que “vienen pisando tan fuerte” tienen un “autoconcepto” más positivo que el que manifiestan sus mayores. Podemos decir que existe la misma “humildad” en todos ellos, lo cual obviamente es fuente de conflicto entre los mayores con “más galones” y los jóvenes que sin galones tienen el mismo concepto de sí mismos.
El cambio y la capacidad de adaptación al cambio han sido uno de los temas más recurrentes surgidos en los grupos de discusión. Aunque las generaciones jóvenes se ven a sí mismas como las protagonistas de ese cambio, en todas las generaciones ha habido una autoimagen de gran capacidad de adaptación.
La flexibilidad psicológica es la dimensión cognitiva que sustenta esa adaptabilidad, y todas las generaciones se ven a sí mismas con una alta flexibilidad psicológica, quizá se puede observar un descenso en esa autopercepción en la generación más madura: los Tradicionales, lo cual no nos extraña, pero hay que reconocer que la diferencia es muy pequeña.
Llama la atención esa similitud en la percepción positiva sobre su capacidad de adaptación, siendo efectivos en el trabajo, aunque deban manejar inquietudes diferentes. Esta capacidad es algo que todas las personas entrevistadas creen dominar con un alto grado de éxito.