Ángeles Alcázar García, socia directora del Observatorio Generación & Talento, participó ayer en la jornada ‘Gestión de la edad’ organizada por el departamento de Empleo y Trabajo del Gobierno vasco en Bilbao.
Tras la intervención de la vicelehendakari, Idoia Mendia, se desarrollaron dos mesas redondas en las que se debatieron sobre los principales retos en gestión de la diversidad generacional.
En la segunda de las mesas, Ángeles Alcázar mantuvo un animado debate sobre las características de las diferentes generaciones y cómo lograr una alianza intergeneracional con Javier Yanguas, gerontólogo y doctor en Psicología y director científico del Programa de Mayores de la Fundación La Caixa y Aubixa Fundazioa. Fueron moderados por Alfonso Gupergui, viceconsejero de Empleo e Inclusión.
«El envejecimiento es diferente en cada uno de nosotros y uno tiene que encajar de alguna forma la oportunidad de seguir trabajando dentro de su proyecto de vida», comenzó Yanguas. Sin embargo, consideró preocupante que «hemos construido la vejez como la etapa de la tierra prometida del descanso y creo que tenemos que cambiar ese aspecto. Necesitamos resituarnos, porque Euskadi no puede prescindir de un porcentaje tan amplio de su población», afirmó. Una perspectiva que estaba alineada con algunas de las conclusiones que han extraído en el Observatorio Generación y Talento, según indicó Ángeles Alcázar. «Estamos 35 empresas preocupadas por el tema que nos ocupa hoy», comenzó. «La diversidad en las organizaciones lo que crea es innovación. Hay hasta 51 años de diferencia entre generaciones en las empresas, pero lo fundamental es el talento, con independencia de la edad», comentó.
Y consideró que las personas senior aportan a la empresa «compromiso y lealtad; esfuerzo y sacrificio. Para conocer una generación tienes que saber lo que ha vivido y ésta nació en la posguerra, es la generación del respeto y hace que lleven intrínseco también el respeto a la marca», explicó.
Ángeles Alcázar destacó también que la generación baby boomer «ha pasado de ver la televisión en blanco y negro a manejar WhastApp, ha sabido adaptarse. Incluso cuando hace 10 o 5 años muchos se vieron fuera del mercado laboral a pesar de ser una generación comprometida y tuvieron que volver en la crisis para transferir el conocimiento que no se había echo». También mostró preocupación por la empleabilidad de los senior teniendo en cuenta las diferentes necesidades de cada persona. «Y las empresas deben ver cuales son los puestos imprescindibles donde debe haber una transmisión del conocimiento» y la toma de unas políticas intergeneracionales, algo que ya preocupa a muchas de ellas.